Morar en la casa del Padre requiere de cuidados espirituales habituales, por lo que será conveniente explorar las diferentes puertas de acceso al enemigo de nuestra alma, para protegernos y conservar la gracia con una conciencia actual de la filiación divina.
El mundo de hoy ofrece muchas alternativas que pueden desviarnos del camino hacia Dios, disfrazadas incluso de cosas buenas… sin embargo, nos hacen vulnerables al espíritu del mal por traumas de la infancia y heridas interiores, por relaciones no santas presentes o pasadas, por vicios difíciles de erradicar, por faltas de perdón, por prácticas de ocultismo y ataduras espirituales. En este retiro aprenderás a identificar más elementos que te ayudarán a profundizar en el camino de sanación, y así alcanzar una mayor libertad espiritual.
TEMARIO
1. Introducción a las puertas de acceso al enemigo
2. El pecado
3. Contemplación de la parábola de la hemorroísa
4. Heridas y traumas
5. Ídolos
6. Lazos no santos y ataduras espirituales
7. El perdón
8. Catequesis sobre sanación y liberación
9. Libertad interior
"El retiro Restáurame me restauró. Mi corazón me creció y lo abrí más, estoy en paz, bajó mi ansiedad e ira, y creció en extremo mi sensibilidad. Hoy soy más “débil”, lloré lo que nunca y creo que no es debilidad: se llama sinceridad, humildad, sensibilidad e integridad. Ahora soy más fuerte, más auténtico, soy yo. Y hoy amo más a Dios".
– Enrique
"Iba con la idea de que no tenía nada que restaurar, pues a lo largo de mi vida he sanado muchas heridas; pero en realidad siempre hay algo que restaurar. He iniciado un proceso de sanación, aprendiendo a distinguir conductas o respuestas que hay en mí, marcadas por vivencias de la infancia. Definitivamente no es un camino fácil, pero cuando se aprende a identificar el problema, gran parte del problema queda resuelto. Doy gracias a Dios por la oportunidad de ver a tantas almas transformarse ese mismo fin de semana. Volver a la gracia y a la luz. Dejar la obscuridad y salir de la ignorancia por la que muchas veces se abrieron puertas para dar acceso al mal, cuando se buscaba encontrar paz".
– Lilí